Las opiniones de los libros son muy diversas y no todos tenemos la misma opinión sobre algún libro concreto. De hecho, según qué libro hay una opinión más generalizada y suele haber cierto punto discordante que suele destacar.
Uno de los ejemplos más claros es El Perfume de Patrick Süskind. Yo lo considero uno de mis libros favoritos, pero generalmente he leído más opiniones de gente que no le ha gustado el libro, ya que es un libro un poco raro, sin apenas diálogo y que se basa más en la filosofía del personaje, lo cual puede dificultar su lectura y hacer que la gente lo deje por imposible.
Sin embargo, en la blogosfera, este ejemplo puede extrapolarse a las reseñas de libros recibidos por editoriales y autores, donde muchas veces se aplica el factor de la honestidad, donde muchas veces las opiniones pueden estar o no condicionadas por la opinión general para evitar conflictos tales como que la editorial no deje de enviar libros o evitar cazas de brujas porque la reseña ha sido negativa.
Entonces, la cuestión es, ¿leemos el mismo libro? muchas veces cuando leo un libro que resulta ser un boom, ya sea porque el autor está de moda o porque la editorial promociona mucho ese libro, al punto que es prácticamente imposible encontrar una reseña negativa, al menos hasta dentro de un tiempo. Es el caso por ejemplo, de Puerto Escondido de María Oruña, un libro que estuvo en auge y no había reseña negativa por ningún lado, hasta que apareció una y fue toda una revolución.
Es entonces cuando pienso si leo el mismo libro que otros cuando veo reseñas por las nubes y al leerlo yo, no encuentro que sea un libro extraordinario. En el caso de Puerto Escondido, lo leí en medio de la polémica esperando que no me gustase el libro (yo es que me pongo siempre en lo peor) y encontré una lectura bastante entretenida, pero muy previsible.
Muchas veces ocurre que la opinión es subjetiva: mientras que a unos le gusta un libro, a otros no nos gusta, pero debo confesar que cuando suelo ver reseñas de libros hiper adornadas y al leerlos no encuentro gran cosa, me da la sensación de ver mucho condicionamiento, ya que suele coincidir con que las reseñas más entusiastas son envíos de la editorial de turno o hay una buena relación con el autor, lo cual influye mucho.
Por otro lado también influye que al ver esas opiniones y al leer el libro, si no me gusta, después de tanta publicidad, acabe un poco saturada y aborreciendo el libro de turno, lo cual veo más factible esperar a que pase la tormenta y leerlo para forjarme mi opinión sin condicionarme por el ambiente.
Y todo eso hace que me pregunte si leo el mismo libro que otros tantos. Y ahora os pregunto si a vosotros os pasa mucho esto o es sólo cosa mía. Estáis invitados a opinar.
La Marmota Mecánica 
Hola, Bego:
A tus pies, reina. Empecemos por «El perfume». A mí es un libro que no me gustó nada, pero reconozco que está muy bien escrito. En este caso, el gusto es algo subjetivo.
Lo de las cazas de brujas daría para hacer quinientas entradas y es algo que sigo sin entender. Que vaya el autor a buscarte, vaya, pero que lo haga su séquito es para darle de comer aparte (y sé de lo que hablo porque lo he vivido varias veces).
Creo que muchas opiniones están condicionadas por el envío de libros (no hay más que ver que las reseñas no se corresponden con sus puntuaciones en Goodreads o las veces que se marea la perdiz para no decir lo que se quiere decir). Aunque hay mucha gente que recibe libros y es honesta, y le da igual ocho que ochenta.
Respecto a la relación con los autores: a los que adoro les diría lo que pienso en privado pero, afortunadamente, no se ha dado el caso.
Me olvidaba, que últimamente me está pasando con mucha frecuencia: ahora que reseño con puntos negativos, me sucede que los autores se justifican por privado, y me intentan explicar lo que yo no he visto. Y ya te adelanto que lo he visto porque está ahí y no hay justificación que valga. Ya puede venir el papa de Roma a contármelo que no me van a hacer cambiar de opinión.
Y ya, que creo que es el comentario más largo que he dejado en mi vida blogueril (que no borreguil).
Besotes, preciosa.
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Hace tiempo que me quedó claro que la mayoría de recomendaciones que encontramos del libro del momento siempre van infladas ya sea porque lo ha enviado la editorial al booktuber/bloguero de turno o lectores que no se dedican a reseñar. Siempre que un libro se pone de moda me da escalofríos cogerlo porque tengo comprobado que el 80% de las veces no me va a gustar o pensaré que no es para tanto como La librería, libro endiosado pero que no me pareció para tanto. Es raro que las novedades me acaben gustando, leí El ruletista de Cartarescu y oye, me gustó mucho. Raro. Porque no suelo leer libros en pleno bombo pero me gustó y estoy leyendo otro del autor. Desconfío de las entusiastas opiniones. Ya que mencionas Puerto escondido, me tira para atrás la reacción de la autora cuando le salió una opinión negativa y también que resulta ser una historia más que no aporta algo nuevo. Todavía me acuerdo del anuncio que decía «Si te gustó la trilogía del Baztán, te gustará este libro» y resulta que no tienen nada que ver uno con otro.
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Pero a mí me gusta mucho que las opiniones sobre un mismo libro sean dispares. Me encantó «El perfume», pero no me importa leer críticas negativas siempre que estén bien argumentadas. Está bien hacer el ejercicio de leerlas y decidir si estamos de acuerdo con esas críticas o no, a veces apuntan detalles en los que ni nos habíamos fijado.
Eso sí, te confieso que en mi blog solo reseño los libros que me han gustado. Primero porque tengo miedo de no tener un nivel cultural y literario suficiente como para explicar con claridad porque un libro es malo o me ha parecido malo. Y segundo porque como he cerrado ese libro cabreada y sin terminarlo de lo malo que me ha parecido me niego a perder ni un solo minuto más hablando sobre él 🙂
Besos.
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